Chapapote ideológico

Poder e información han caminado juntos a lo largo de la Historia y de las civilizaciones. Image(Momento en el que trabajadores de Canal 9 interrumpieron un informativo para protestar por el ERE)

En la mayoría de estas sociedades, los actores sociales utilizaban a la opinión pública para conservar su status quo. En los tiempos actuales, esta situación se ve variada en la forma, pero no en el fondo. La opinión pública se configura en una pieza fundamental del engranaje democrático, pero la forma de comunicarse con ella varía a raíz de la mediatización.

Los medios de comunicación son el espejo en el que la sociedad busca conocer una compleja realidad. Ocupan un espacio de centralidad informativa y, se convierten en el principal objetivo de los actores políticos. Quién rechaza ese altavoz en nuestros días. Todo saber otorga poder y, los periodistas son profesionales que, sin ser expertos en (casi) nada, manejan un elevado caudal informativo. Incluso, su profesionalismo es capaz de tumbar gobiernos.

El control de la información se convierte en una necesidad para muchos gobiernos, que no pueden admitir que un periodista evidencie una situación contraria a sus intereses. Esa obsesión por la privación de la autonomía profesional, unida a la descreencia de las posibilidades y ventajas de una radio televisión pública, llevó hace una semana, al gobierno valenciano a ejecutar el mayor ERE en una empresa de este territorio. De una forma sectaria, arbitraria y cruel, irán cayendo 1000 profesionales, muchos de ellos con más de 23 años de carrera en esa casa, a la que accedieron con oposiciones aprobadas.

La ejecución del ERE de RTVV es dar un paso de gigante hacia la autodestrucción. Image(Programa de Joan Monleón, donde el “A guanyar diners” se hizo famoso)

Canal 9, hace una década emitía programas arraigados a este territorio que eran líderes de audiencia. La sociedad se identificaba con una televisión pública en valenciano, plural y con cierta calidad. Ahora, tras el paso de tres gobernantes de un mismo partido político, sus registros de audiencia son inversamente proporcionales al trabajo que podrían desarrollar sus profesionales.

Denuncias por acoso, sobredimensión de la empresa, directores colocados a dedo, protestas en el plató, deuda de más de 1000 millones de euros, periodistas exclusivos para determinados presidentes, despidos por mail, gente encadenada en la puerta… son algunos de los ejemplos ilustrativos del desastre de esta institución. La mancha negra que se expande por todo lo relacionado con RTVV, como si de chapapote se tratara, tardará mucho tiempo en limpiarse. Y será difícil hacerlo, porque esos lodos avanzan muy rápido y hacia otros niveles, impidiendo ver cualquier resquicio de transparencia.

*Un pequeño granito de solidaridad para todos los que han sufrido el ERE de RTVV, así como a los compañeros de otros medios como el Levante. Y, también un artículo de liberación por los problemas para seguir con un proyecto personal.